Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Nuestra Misión: Amar a Dios, servir al necesitado, hacer discípulos
Nuestra misión es la conversión del área suroeste de Yonkers. No podemos descansar mientras haya un residente en esta área que no busque crecer en una relación de amistad con Nuestro Señor Jesucristo.
Nos inspiramos en estos dos pasajes de la Escritura:
· Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mt. 22: 37, 39.
· Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Mt. 28:19-20.
Nuestros Valores
Sensibilidad al hermano alejado Nos adherimos al Sumo Pontífice y al magisterio de la Iglesia Católica con confianza.
También buscamos ser sensibles a la gracia de Dios que atrae a la oveja perdida al rebaño. Tomamos a cada uno donde está para traerlo gradualmente a una madurez cristiana.
Compromisos graduales Creemos que la madurez espiritual se realiza por medio del desarrollo de las virtudes cristianas. A su vez, las virtudes se forman por medio de actos virtuosos asumidos cuando se han adquirido compromisos con convicción. Por lo tanto, buscamos invitar a la gente a asumir compromisos cada vez más exigentes que les lleve a abrazar el camino de la cruz por amor.
Vida de equipo Establecemos las pequeñas comunidades de base como un modo de vivir la fe. Allí oramos juntos, crecemos juntos en la fe, convivimos juntos, nos ayudamos mutuamente, nos animamos a servir a los hermanos y a buscar a los alejados.
Cada parroquiano, un apóstol Creemos que todo laico comparte, en vista a su compromiso bautismal una participación en la misión que Cristo encomendó a los apóstoles de trabajar para que el mensaje divino de la salvación sea conocido y aceptado en todas partes por todos los hombres (Ref. Vaticano II Decreto sobre el apostolado de los seglares n.3).
Nuestra Estrategia
Uno de cada tres católicos se ha alejado de la Iglesia Católica. Nuestra estrategia consiste en alcanzar a nuestros hermanos alejados en Yonkers de modos nuevos y creativos. Queremos presentarles el mensaje transformante del Evangelio de un modo nuevo y relevante de modo que puedan convertirse en auténticos discípulos de Jesucristo.
Nuestra experiencia dominical está a la vanguardia de nuestra estrategia y el mensaje en la homilía está a la vanguardia de esta experiencia dominical. La música, el mensaje y los ministros trabajan como equipo para crear un ambiente irresistible de energía y excelencia en el cual los recién llegados se sientan bienvenidos y quieran regresar. Igualmente importante para esta estrategia son los programas dominicales para niños donde el mensaje trata de resonar con la homilía.
Los recién llegados son invitados a regresar. Los regulares son invitados a tomar el próximo paso e integrarse en la parroquia. Los miembros son invitados a tomar los próximos pasos: ser parte de una pequeña comunidad de base, servir en un ministerio, compartir su ofrenda, y desarrollar una vida espiritual con Dios para honrarlo en todas las áreas de la propia vida. Los miembros también son invitados a traer a sus amigos alejados de la Iglesia para que saboreen nuestra experiencia dominical.
Nuestra estrategia conlleva el tomar a cada persona donde está para invitarla a tomar el próximo paso en su crecimiento espiritual. Cada parroquiano es invitado a crecer en las siguientes áreas:
Oración privada y litúrgica Nos adherimos al Sumo Pontífice y al magisterio de la Iglesia Católica con confianza. Cultivamos una relación de amistad con Cristo. Nos unimos para celebrar la Eucarística, fuente y culmen de nuestra fe por la que vivimos y a la que servimos con toda nuestras vidas en modos siembre dinámicos y creativos. Amamos a la Virgen María como madre de Dios y madre nuestra. Valoramos nuestra fe.
Discipulado Creemos que las Sagradas Escrituras son la Palabra inspirada e infalible de Dios. Nuestra predicación y mensaje busca desentrañar el mensaje perenne de la Bibla para nuestra vida. Nuestra madurez cristiana conlleva el conocer, amar e imitar a Cristo. Buscamos la transformación de nuestras vidas como fruto del amor. Valoramos la santidad.
Comunión Creemos que el bautismo nos hace una familia en la cual aprendemos a amarnos mutuamente como Cristo nos amó. Nos esforzamos por construir una cultura de compañerismo a través de pequeñas comunidades de base donde las personas puedan abrirse y ser auténticas, especialmente sobre sus necesidades de crecer y madurar. Valoramos la vida comunitaria.
Servicio Creemos que el Espíritu Santo ha preparado una labor que realizar en la extensión del Reino de Cristo. Reconocemos la llamada de Dios a servir en nuestra parroquia y más allá: en nuestra ciudad, en nuestro país y en el mundo entero. Valoramos el apostolado.
Evangelización Creemos que Cristo vino a buscar y a salvar a los pecadores, a la oveja perdida. Respondemos al mandato de Cristo a difundir la buena nueva por todo el mundo. Buscamos oportunidades para invitar a los católicos alejados a acercarse a Dios. Como parroquia queremos que los de adentro busquen a los de afuera. Valoramos el crecimiento.